Como una historia de tolerancia y humanización del enemigo se abordó en un conversatorio efectuado en nuestra universidad y organizado por la profesora Martha Parra, con la presencia de la directora de cine paisa, Laura Mora, su más reciente y galardonada producción, la película, Matar a Jesús. Sobre su rodaje y otros aspectos detrás de cámaras, de esta notable producción, en este artículo.
Es una historia de resistencia a la violencia, cuando Paula, una joven que tras presenciar el asesinato de su padre, se cruza casualmente con su asesino y devastada por el dolor, deberá decidir si cruzar la línea moral y ética de matar a un hombre o resistirse a perpetuar el infinito círculo de la venganza.
La
directora paisa Laura Mora inició hablando con los asistentes sobre el
recorrido internacional de su película Matar a Jesús. Explicó que uno de los momentos más
emocionantes fue la proyección de su película
en el festival de cine de san Sebastián donde se alzó con cuatro premios.
La proyección se realizó en el famoso Auditorio Kursaal con capacidad para 600 personas que
aplaudieron esta historia de tolerancia y de humanización del enemigo, rodada en los barrios de Medellín.
Mora
explicó que su título es polémico y puede generar controversia, pero llamó la atención
sobre el premio especial del jurado Signis que obtuvo en el país Vasco. Esta
organización hace parte de la OCIC (Organización Católica Internacional del
Cine) y contribuye al desarrollo de un cine dirigido hacia los valores humanos
y espirituales. Además tiene presencia en los más importantes festivales del
mundo.
La
directora explicó que su película fue rodada en orden cronológico, lo que no es
usual en los rodajes, pues implica un reto mayor, pero que su historia así lo
requería. Además trabajó con actores naturales que por primera vez se
enfrentaron a un rodaje. Sobre su método de dirección de actores explicó que sobre
todo se trata de generar una relación de confianza para obtener el mayor grado
de verdad.
Reiteró
que el proceso de la película le tomó muchos años y que fue un trabajo de mucha
paciencia, pero que dio sus frutos pues la historia ha demostrado su universalidad.
La co-producción con Argentina fue muy importante pues aportó la postproducción,
edición y música. Por ejemplo, Sebastián
Escofet , quien compuso la música, colaboró junto a Gustavo Santaolalla en 21
Gramos y Biutiful de Alejandro González Iñarritu.
Respecto
a la campaña de promoción la cineasta explicó que estuvo a cargo de una de las
más importantes empresas en esta materia, la empresa rumana Good Hands. Esta compañía se
encargó, por ejemplo, del tráiler, columna vertebral del marketing de una
película.
En
el Conversatorio pudo verse material exclusivo con varios clips del making of que
no han sido publicados en redes sociales.
Este
Evento fue organizado por la docente Martha Ligia Parra Valencia como cierre de
La Encerrona del Programa de Comunicación Gráfica Publicitaria. Contó con el
apoyo de la Jefatura del Programa, Cine Colombia y 64aFilms.
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