Con éxito se realizó el primer encuentro de La Tertulia en el Centro de Investigación en Comunicación. |
Con una buena asistencia y una agradable experiencia académica, este jueves 20 de febrero se dio inicio a La Tertulia,Pensar la Comunicación, un espacio pensado para generar
encuentros alrededor de temas de interés común a estudiantes y profesores en el
ámbito de la comunicación.
Con la asistencia de cerca de 20 personas entre estudiantes y profesores prendió motores La Tertulia, Pensar la Comunicación, un espacio generado por el CIC, Centro
de Investigación en Comunicaciones, para preguntarse, debatir y conversar
alrededor de temas de interés común en asuntos
de comunicación, que para el caso del primer encuentro fue denominado “Aciertos y desaciertos de la
comunicación en el proceso electoral”.
Para esta ocasión La
Tertulia contó con el privilegio de tener a dos grandes profesionales expertos
en el tema sentados en la mesa para guiar el diálogo, como el profesor ,Néstor
Julián Restrepo y el respetado comunicador, locutor y periodista Juan Guillermo
Montoya, director del sistema informativo de Caracol radio en Antioquia.
Los expositores: Juan Guillermo Montoya (Izquierda) y Nestro Julián Restrepo. |
También se abordaron temas
como el surgimiento de cargos como los asesores de imagen, los primeros slogan,
los primeros spots publicitarios y el cómo a través del marketing político se
juega con la emociones de la gente.
Se
trabajaron temas como la política posmoderna, el desaparecimiento de los
partidos políticos y el fenómeno de la personalización de la política, y el
importante papel que juega la legitimación de la tv y las redes sociales para
la misma.
Una
de las conclusiones fundamentales a la cual se pudo llegar es que ha
desaparecido el lenguaje político y las ideas, Ahora en el marketing político
ha desaparecido por completo el mensaje dándole paso solo al slogan y la
marca-auto representación.
Otra
de las conclusiones fue que “La política se volvió ajena a nosotros porque ya
no se conecta con la gente, se desnaturalizó, se perdió la esencia hasta el
punto en que actualmente los partidos políticos ya no son canales entre el
Estado y el pueblo si no que por el contrario se limitaron a dar avales a candidatos.
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